Los trastornos estomacales más comunes en los gatos mayores

A medida que los gatos envejecen, se vuelven más susceptibles a diversos problemas de salud, incluidos los trastornos estomacales. Reconocer estos posibles problemas y comprender sus síntomas es fundamental para brindar la mejor atención posible a su compañero felino mayor. La detección temprana y la intervención veterinaria adecuada pueden mejorar significativamente su calidad de vida. Este artículo profundizará en los trastornos estomacales más frecuentes que afectan a los gatos mayores, explorando sus causas, síntomas, métodos de diagnóstico y opciones de tratamiento.

🩺 Comprender los trastornos estomacales en los gatos mayores

Varios factores contribuyen al aumento del riesgo de trastornos estomacales en los gatos mayores. El proceso de envejecimiento puede debilitar el sistema inmunológico, haciéndolos más vulnerables a las infecciones. La función de los órganos puede disminuir, lo que afecta la digestión y la absorción de nutrientes. Las afecciones preexistentes también pueden exacerbar o contribuir a los problemas gastrointestinales.

Es importante diferenciar entre un malestar digestivo ocasional y un trastorno estomacal crónico. Los vómitos o la diarrea ocasionales pueden deberse a una indiscreción alimentaria o al estrés. Los síntomas persistentes o graves justifican un examen veterinario para descartar afecciones médicas subyacentes.

😿 Trastornos estomacales comunes

1. Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta el tracto gastrointestinal. Se produce cuando el sistema inmunitario ataca por error el revestimiento del sistema digestivo. Esto provoca inflamación y una absorción deficiente de nutrientes.

  • Síntomas: Vómitos crónicos, diarrea, pérdida de peso, disminución del apetito, letargo, dolor abdominal.
  • Diagnóstico: Examen físico, análisis de sangre, examen de heces, ecografía abdominal, endoscopia con biopsias.
  • Tratamiento: Manejo dietético (dietas hipoalergénicas o con nuevas proteínas), corticosteroides, inmunosupresores, probióticos, suplementación vitamínica.

2. Pancreatitis

La pancreatitis es la inflamación del páncreas, un órgano encargado de producir enzimas digestivas e insulina. Puede ser aguda (de aparición repentina) o crónica (a largo plazo). La causa exacta suele ser desconocida, pero los factores de riesgo incluyen la obesidad, la indiscreción alimentaria y ciertos medicamentos.

  • Síntomas: Vómitos, dolor abdominal, disminución del apetito, letargo, deshidratación, fiebre.
  • Diagnóstico: Examen físico, análisis de sangre (inmunorreactividad de la lipasa pancreática – fPLI), ecografía abdominal.
  • Tratamiento: cuidados de apoyo (fluidoterapia, manejo del dolor), antieméticos, apoyo nutricional (a menudo mediante sonda de alimentación), antibióticos (si hay infección secundaria).

3. Enfermedad renal

La enfermedad renal crónica (ERC) es una dolencia común en los gatos mayores. Si bien afecta principalmente a los riñones, la ERC puede causar indirectamente malestar estomacal debido a la acumulación de toxinas en el torrente sanguíneo. Estas toxinas pueden irritar el revestimiento gastrointestinal, lo que provoca náuseas y vómitos.

  • Síntomas: Aumento de la sed y la micción, pérdida de peso, disminución del apetito, vómitos, letargo, deshidratación, mal aliento.
  • Diagnóstico: Examen físico, análisis de sangre (BUN, creatinina), análisis de orina, medición de la presión arterial.
  • Tratamiento: Manejo dietético (dietas renales), fluidoterapia (subcutánea o intravenosa), medicamentos para controlar la presión arterial y los niveles de fósforo, antieméticos.

4. Hipertiroidismo

El hipertiroidismo es una afección en la que la glándula tiroides produce hormonas tiroideas en exceso. Esta hiperactividad puede aumentar el metabolismo y afectar a varios sistemas orgánicos, incluido el tracto digestivo. Algunos gatos con hipertiroidismo experimentan vómitos o diarrea.

  • Síntomas: Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito, aumento de la sed y de la micción, vómitos, diarrea, hiperactividad, frecuencia cardíaca acelerada, agrandamiento de la glándula tiroides.
  • Diagnóstico: Examen físico, análisis de sangre (niveles de hormona tiroidea – T4).
  • Tratamiento: Terapia con yodo radiactivo, metimazol (medicamento antitiroideo), extirpación quirúrgica de la glándula tiroides.

5. Cáncer de estómago (neoplasia gástrica)

El cáncer de estómago es relativamente poco frecuente en los gatos, pero puede aparecer, especialmente en animales mayores. El tipo más común es el adenocarcinoma. Los síntomas pueden ser vagos y, a menudo, imitan los de otros trastornos gastrointestinales.

  • Síntomas: Vómitos, pérdida de peso, disminución del apetito, letargo, dolor abdominal, sangre en el vómito o las heces.
  • Diagnóstico: Examen físico, análisis de sangre, ecografía abdominal, endoscopia con biopsias.
  • Tratamiento: Cirugía (si es posible), quimioterapia, radioterapia, cuidados paliativos.

6. Intolerancia alimentaria y alergias

A medida que los gatos envejecen, pueden desarrollar sensibilidad a ciertos ingredientes de su comida. Esto puede provocar inflamación y malestar digestivo. Es diferente de la EII, pero puede presentarse con síntomas similares.

  • Síntomas: Vómitos, diarrea, irritación de la piel, rascado excesivo, flatulencia.
  • Diagnóstico: Prueba de dieta de eliminación, prueba de alergia alimentaria (menos confiable).
  • Tratamiento: Identificar y evitar el ingrediente causante, dietas hipoalergénicas o con nuevas proteínas.

7. Bolas de pelo

Si bien no se trata estrictamente de un trastorno estomacal, las bolas de pelo pueden causar un malestar gastrointestinal importante en los gatos, especialmente en aquellos con pelaje más largo o que se acicalan excesivamente. Los gatos mayores pueden tener una motilidad gastrointestinal reducida, lo que dificulta la eliminación de las bolas de pelo.

  • Síntomas: Vómitos, bolas de pelo, tos, arcadas, estreñimiento, disminución del apetito.
  • Diagnóstico: Historia y examen físico.
  • Tratamiento: Remedios para las bolas de pelo (laxantes), aseo frecuente, dieta rica en fibra.

8. Gastritis

La gastritis es una inflamación del revestimiento del estómago. Puede deberse a diversos factores, como una mala alimentación, infecciones, medicamentos y estrés. La gastritis crónica puede ser más común en gatos mayores.

  • Síntomas: Vómitos, disminución del apetito, dolor abdominal, letargo.
  • Diagnóstico: Examen físico, análisis de sangre, ecografía abdominal, endoscopia con biopsias.
  • Tratamiento: Antieméticos, reductores de ácido, control dietético (dieta blanda), antibióticos (si hay infección bacteriana).

🔍Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de trastornos estomacales en gatos mayores suele requerir un enfoque integral. El veterinario realizará un examen físico exhaustivo, preguntará sobre los antecedentes del gato y solicitará varias pruebas diagnósticas.

El tratamiento depende de la causa subyacente del trastorno estomacal. Puede implicar cambios en la dieta, medicamentos, cirugía o una combinación de estos. También es fundamental la atención de apoyo, como la fluidoterapia y el manejo del dolor.

  • Herramientas de diagnóstico:
  • Análisis de sangre (hemograma completo, panel químico, niveles de hormona tiroidea, inmunorreactividad de la lipasa pancreática).
  • Análisis de orina.
  • Examen fecal.
  • Radiografías abdominales (rayos X).
  • Ecografía abdominal.
  • Endoscopia con biopsias.
  • Cirugía exploratoria (en algunos casos).
  • Opciones de tratamiento:
  • Manejo dietético (dietas hipoalergénicas, dietas con nuevas proteínas, dietas renales, dietas blandas).
  • Medicamentos (corticosteroides, inmunosupresores, antieméticos, reductores de ácido, antibióticos, antiparasitarios).
  • Terapia de fluidos.
  • Manejo del dolor.
  • Cirugía.
  • Terapia con yodo radiactivo (para hipertiroidismo).
  • Quimioterapia (para el cáncer).
  • Cuidados paliativos.

🏡 Cuidados y prevención en el hogar

Proporcionar una atención domiciliaria adecuada es esencial para controlar los trastornos estomacales en los gatos mayores. Esto incluye seguir atentamente las instrucciones del veterinario, administrar los medicamentos según lo prescrito y proporcionar un entorno cómodo y sin estrés.

Las medidas preventivas también pueden ayudar a reducir el riesgo de trastornos estomacales. Son importantes los controles veterinarios regulares, una dieta equilibrada y minimizar el estrés.

  • Consejos para el cuidado en el hogar:
  • Administrar medicamentos según lo prescrito por su veterinario.
  • Proporcionar agua fresca en todo momento.
  • Ofrecer comidas pequeñas y frecuentes.
  • Controle el apetito, los vómitos y la consistencia de las heces de su gato.
  • Proporcione una caja de arena limpia y cómoda.
  • Minimizar el estrés.
  • Consejos de prevención:
  • Programe chequeos veterinarios regulares.
  • Alimente a su gato con una dieta equilibrada y de alta calidad adecuada a su edad y estado de salud.
  • Evite darle restos de mesa u otros alimentos inadecuados.
  • Proporcionar agua fresca en todo momento.
  • Control de parásitos (pulgas, garrapatas, gusanos).
  • Minimizar el estrés.

📅 Cuándo acudir al veterinario

Es fundamental buscar atención veterinaria de inmediato si su gato mayor presenta cualquier signo de trastorno estomacal. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden mejorar significativamente el resultado.

En concreto, consulte a su veterinario si observa alguno de los siguientes síntomas:

  • Vómitos o diarrea persistentes (que duran más de 24 horas).
  • Sangre en el vómito o las heces.
  • Disminución del apetito o anorexia (pérdida de apetito).
  • Pérdida de peso.
  • Letargo o debilidad.
  • Dolor abdominal (indicado por inquietud, ocultamiento o renuencia a ser tocado).
  • Deshidratación (indicada por encías secas y ojos hundidos).

❤️ Conclusión

Los trastornos estomacales son una preocupación común en los gatos mayores, pero con la debida atención y conocimiento, puede ayudar a su compañero felino a llevar una vida cómoda y saludable. Si comprende las posibles causas, reconoce los síntomas y busca atención veterinaria de inmediato, podrá asegurarse de que su gato mayor reciba el mejor tratamiento posible.

Recuerde que la detección temprana y el tratamiento proactivo son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los gatos mayores con trastornos estomacales. Trabaje en estrecha colaboración con su veterinario para desarrollar un plan de atención personalizado que aborde las necesidades específicas de su gato.

Preguntas frecuentes: Preguntas frecuentes sobre trastornos estomacales en gatos mayores

¿Cuáles son los signos más comunes de problemas estomacales en gatos mayores?

Los síntomas más comunes incluyen vómitos, diarrea, pérdida de peso, disminución del apetito, letargo y dolor abdominal. Los síntomas pueden variar según el trastorno específico y su gravedad.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en los gatos?

El diagnóstico suele implicar una combinación de examen físico, análisis de sangre, examen de heces, ecografía abdominal y endoscopia con biopsias. Las biopsias son esenciales para confirmar el diagnóstico.

¿Puede la enfermedad renal causar malestar estomacal en los gatos?

Sí, la enfermedad renal crónica (ERC) puede causar indirectamente malestar estomacal debido a la acumulación de toxinas en el torrente sanguíneo. Estas toxinas pueden irritar el revestimiento gastrointestinal, lo que provoca náuseas y vómitos.

¿Qué puedo darle de comer a mi gato con estómago sensible?

Su veterinario puede recomendarle una dieta hipoalergénica o con proteínas novedosas. Estas dietas contienen ingredientes limitados y fuentes de proteínas novedosas (proteínas a las que su gato no ha estado expuesto antes) para minimizar el riesgo de reacciones alérgicas. Las dietas blandas también son útiles a corto plazo.

¿Cómo puedo prevenir problemas estomacales en mi gato mayor?

La prevención incluye controles veterinarios regulares, una alimentación equilibrada y de calidad, suministro de agua fresca, control de parásitos y minimización del estrés. También es importante evitar restos de comida y otros alimentos inadecuados.

¿El vómito es siempre síntoma de un problema grave?

Los vómitos ocasionales pueden deberse a problemas menores, como una indiscreción alimentaria o bolas de pelo. Sin embargo, los vómitos persistentes o intensos, especialmente cuando se acompañan de otros síntomas, como diarrea, pérdida de peso o letargo, justifican un examen veterinario para descartar afecciones médicas subyacentes.

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